Hoy contamos con una invitada muy especial: Sandra Martín Duque, redactora de contenidos de Traducciones Políglota, ha preparado este completo artículo sobre la figura del traductor jurado y cuándo es necesario contar con sus servicios.
¿Te han pedido la traducción de tus documentos, pero no sabes si necesitarás una traducción jurada u oficial o si bastará una traducción normal (aunque igualmente profesional)?
La figura del traductor jurado no suele estar siempre clara para todas las personas que necesitan traducir documentos. Esto suele provocar confusión entre los clientes ya que suelen equivocar esta figura con la del traductor jurídico.
Como la traducción de documentos legales es bastante común en nuestro día a día, hemos elaborado este artículo para despejar todas las dudas posibles.
Contenido
- 1 ¿Qué es exactamente la traducción jurada y en qué se diferencia de la traducción jurídica?
- 2 ¿Cuáles son los servicios más frecuentes que puede prestar un traductor jurado?
- 3 ¿Cuándo se necesita contratar a un traductor jurado?
- 4 Documentos que requieren ser traducidos por un traductor jurado
- 5 ¿Tienes alguna otra duda sobre la figura del traductor jurado?
¿Qué es exactamente la traducción jurada y en qué se diferencia de la traducción jurídica?
La traducción jurídica o traducción legal es la práctica de traducir documentos de carácter legal, tanto públicos como privados.
Así, la traducción jurada hace referencia a la traducción de validez oficial que puede realizarse sobre cualquier documento (aunque no sea de índole jurídica) que requiera ser presentado ante un organismo público y oficial, o bien entre entidades privadas que exijan este requisito de «traducción oficial» (por ejemplo, es muy frecuente para la traducción de contratos entre empresas).
Una traducción jurada debe contener siempre el sello, la firma y la certificación del traductor jurado que haya realizado el trabajo para que sea válida ante las Administraciones Públicas o ante las entidades privadas receptoras de la traducción que también exijan este tipo de traducción oficial.
Con el sello y su firma, el traductor jurado acredita que el documento que ha traducido coincide plenamente con el texto de origen –aquí es donde reside la complejidad tan alta de estos documentos–. Para que un traductor pueda ejercer como traductor jurado, requiere que esté debidamente acreditado como tal por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC).
No obstante, estos traductores son profesionales independientes al organismo y pueden trabajar de manera autónoma o dentro de una empresa de traducción.
¿Cuáles son los servicios más frecuentes que puede prestar un traductor jurado?
El servicio más solicitado a los traductores jurados es la traducción de un documento con el correspondiente certificado de que es correcta.
A su vez, un traductor jurado puede interpretar en cualquier acto oficial en el que intervengan personas que no hablan el idioma. Por ejemplo, un proceso judicial, una ceremonia de matrimonio o un acto ante notario.
¿Cuándo se necesita contratar a un traductor jurado?
Necesitarás contratar a un traductor jurado si debes presentar documentación en procesos administrativos o judiciales, por ejemplo, o si debes prestar declaración ante la Administración Pública.
Es la propia Administración la que solicita a la persona que el documento sea traducido por un traductor jurado, por la denominada «seguridad jurídica». El Estado debe asegurarse de que un documento extranjero se traduce sin fraudes o errores.
Si, por ejemplo, te enfrentas a un proceso judicial, la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil expresa que cualquier documento extranjero debe estar acompañado por su traducción al castellano. Según dicha ley, esta traducción puede ser realizada por cualquier persona con capacidad para ello, pero la calidad de dicha traducción puede ser cuestionada por el juez o la parte contraria.
Por este motivo es conveniente solicitar una traducción que contenga el sello y la firma del traductor jurado para que tenga valor oficial ante los tribunales y no pueda ocasionar ningún problema durante el juicio. El abogado encargado del caso es consciente de que debe aportar toda la documentación necesaria en un idioma que entienda el tribunal.
El problema de estos documentos es que están considerados de carácter pericial -que exigen de un determinado conocimiento especializado- por lo que el juez solicitará por norma general una traducción jurada oficial. Así, se requerirá prácticamente siempre una traducción jurada.
Documentos que requieren ser traducidos por un traductor jurado
Es muy complicado establecer una lista cerrada de documentos que requieren una traducción jurada ya que la Administración Pública puede solicitar cuando lo crea conveniente. No obstante, hay una serie de documentos que siempre lo requieren:
- Documentos y certificados académicos: diplomas, títulos universitarios, expedientes académicos y certificados de notas.
- Documentos identificativos: El libro de familia, DNI y pasaporte.
- Certificados como el certificado de nacimiento, certificado antecedentes penales, certificado de defunción o certificado de matrimonio.
- Documentación para los trámites de una adopción.
- Documentos corporativos tales como los contratos.
- Patentes y documentos relativos a Propiedad Intelectual o Industrial.
- Escrituras y poderes notariales; licitaciones; estatutos de empresa; y financieros.
- Testamentos y fideicomisos.
- Informes médicos.
- Sentencias y decisiones judiciales.
- Pólizas de seguro e informes periciales.
Por norma general, cuando un organismo oficial solicita un determinado documento pide expresamente que su traducción sea jurada para que sea totalmente válido.
Por ejemplo, en el caso de solicitar una beca a una universidad extranjera o para matricularse en un máster o un programa universitario, es muy probable que la institución exija un certificado de notas, el título o los expedientes académicos del alumno. Si el alumno es extranjero deberá solicitar a un traductor jurado dicha traducción de los documentos cuando la universidad lo requiera.
En algunas ocasiones, es posible que el organismo que necesita el documento traducido requiera que este, además de jurado, esté legalizado.
Para legalizar las traducciones juradas, existen dos procedimientos fundamentales. El primero es presentar la traducción jurada y el documento original legalizado en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Una vez allí y con cita previa se legaliza la firma del traductor jurado.
El segundo procedimiento corresponde a la vía notarial y consiste en la legalización de la firma en una notaría y la legitimación en el Colegio de Notarios correspondiente. Aquí se debe añadir la apostilla de La Haya si el documento va destinado a un país participante del Convenio de La Haya.
¿Tienes alguna otra duda sobre la figura del traductor jurado?
Puedes dejar un comentario con cualquier pregunta sobre esta figura de la traducción y trataremos de responderte lo más rápido posible.
Un artículo completísimo. Creo que has conseguido resolver todas mis dudas acerca de los traductores jurados. Muchas gracias por el contenido.
¡Qué bien! Nos alegramos de que la información sea útil. Si te surge cualquier otra duda, estaremos encantadas de resolvértela. Gracias por tu comentario. Un saludo.
Hola una Evaluación de Riesgos para un cliente extranjero debe de ser traducida por un traductor jurado? Es un documento que en caso de inspección o accidente grave o mortal llega as manos de inspección y un juez y entiendo que el lenguaje ha de ser claro.
Saludos y gracias.
Hola, Cristina. Gracias por tu comentario. Sí, el lenguaje ha de ser claro en este tipo de documentos, sin embargo no es eso lo que determina que una traducción deba ser o no jurada (pues un traductor no jurado también es capaz de hacer una traducción de calidad). Lo que determina que sea necesaria la traducción jurada es (entre otras cosas) las exigencias del destinatario de la traducción, es decir, que aquella entidad o persona (física o jurídica) que vaya a utilizar la traducción, exija que esta haya sido firmada por un traductor jurado. Normalmente, cuando la traducción va a ser presentada ante un organismo público, juzgados, etc., casi siempre ha de ser jurada (pero siempre conviene cerciorarse). También puede exigirse la traducción jurada en el ámbito privado, por ejemplo entre empresas que van a firmar un contrato.
Gracias y un saludo.