Tom, el traductor, le había bajado a la realidad. Después de colgar con él, Lucas había llamado a la imprenta. ¡Fue un alivio que no se echaran a perder los mil catálogos, ni el dinero! Le parecieron nada los gastos […]

Tom, el traductor, le había bajado a la realidad. Después de colgar con él, Lucas había llamado a la imprenta. ¡Fue un alivio que no se echaran a perder los mil catálogos, ni el dinero! Le parecieron nada los gastos […]