Hay empresas que tienen mucho que contar sobre sus experiencias de internacionalización y la importancia de cimentar esa expansión en una buena traducción del idioma, sobre todo en países con culturas tan diferentes como puede ser el caso de China.
Una de ellas es ALSA, empresa de origen asturiano, en concreto de la localidad de Luarca.
De hecho, ALSA es el acrónimo del nombre con que se fundó la empresa en 1923: Automóviles Luarca, S.A.
Es una empresa pionera en su sector en lo que a abrir nuevos mercados se refiere.
En 1964 inició su proceso de expansión, ofreciendo el primer servicio internacional de Oviedo a Bruselas y veinte años después, comenzó a rodar su aventura en China.
Es una de las empresas españolas que ha operado con más éxito en ese país y es interesante su apuesta por un modelo de gestión local, es decir, realizada por directivos del país formados por ellos.
De microbuses a un imperio
Comenzó ofreciendo servicios de taxis y microbuses en la ciudad de Shenzhen y, a partir de ahí, levantó todo un imperio, presente en 17 de las 33 provincias del país y donde trabajan más de 8.000 personas, la mayoría autóctonos. De los 500 destinos ofrecidos en China, la línea más larga une los 1.800 kilómetros que separan a Tianjin de Ruian.
Los empresarios con experiencia de negocios en China saben que sus interlocutores no dominan el inglés y negociar en ese idioma suele provocar malos entendidos. De ahí la importancia de contratar a un traductor profesional, porque las negociaciones son siempre en chino.
ALSA ha sabido amoldarse a la cultura china
El traductor ha de utilizar el lenguaje al gusto chino, dulcificando el estilo directo que pueda tener la empresa, y saber aconsejar en asuntos de protocolo, filosofía o costumbres de esa cultura.
Esto es tan importante, que puede suponer el paso del fracaso al éxito en los lentos y complejos procesos de negociación y otras dificultades surgen en la implantación de la empresa en un país de mentalidad muy diferente.
Incluso cuando el empresario chino visita el país de su socio extranjero, también es importante contratar traductores e intérpretes profesionales, aunque sea sólo una visita de cortesía.
ALSA ha sabido gestionar el negocio con profesionalidad, amoldarse a la cultura china y a las condiciones que imponía una economía con reglas diferentes al libre mercado… y enfrentarse a dificultades inesperadas, como la copia literal el diseño de sus autobuses por parte de un empresario local, a los que añadió unas literas.
Los sueños de expansión de ALSA no se quedaron en China.
En 2005 se integra en el Grupo National Express, primer operador británico de trenes y autobuses. En 2010, inicia la gestión del transporte urbano de la ciudad marroquí de Agadir.
En 2014, inaugura el transporte urbano de Tánger, tercera ciudad marroquí en la que está presente… y aún pueden sorprendernos de nuevo.
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