¡Había llegado el fin de semana! Había comido a las cuatro, después de salir de la oficina. Me eché en el sofá y elegí en mi reproductor de música online la lista de reproducción «Bandas Sonoras Selectas», mientras me distraía en Twitter.
Busqué «#blackfriday informática»: necesitaba preparar un plan de supervivencia para esa tarde y escaparme a la planta de Informática y Electrónica del centro comercial, mientras mi mujer se entretenía en la de ropa, mirando los chollos que había encontrado en internet.
Ahora, el que no encontraba ningún chollo era yo; tendría que esperar al cybermonday…«otro de esos términos de moda, piensan que queda más cool si hablas en inglés», pensé, mientras introducía #Tuesday en el buscador de Twitter buscando otros hashtags de días de la semana.
Me llamó la atención uno de los resultados: «#GivingTuesday @GivingTues», un movimiento internacional para fijar el martes siguiente al #blackfriday y al #cybermonday como el día de la cooperación entre fundaciones, ciudadanos y empresas a través de donaciones y voluntariado. Me gustó lo que leí en su página web, podía interesarnos para las acciones de responsabilidad social corporativa.
Me distraje con la canción de Lana del Rey que sonaba en ese momento -de la lista «Hits FM»-; era una de mis preferidas: Dark Paradise.
Busqué en Twitter algo de la artista y encontré una foto con una de sus fans. Lo curioso es que salía la misma foto en varias publicaciones de diferentes usuarios. Se había vuelto viral por la traducción que había dado el traductor automático a la palabra fan en francés…
Lo que leí hizo que me riera de buena gana, ¡jamás habría pensado en ese resultado!:
Probé a buscar en internet otros errores de traducción y, esta vez, lo encontré en YouTube. No podía creerlo: hablaba Thomas Bach durante su discurso en los Juegos Olímpicos de Río 2016: «… we live in a world where selfishness is gaining ground»… y no pude contener la carcajada en cuanto escuché la interpretación.
Me hizo gracia el tema y me metí en el buscador para encontrar más errores de traducción y me topé algunos casos reales y muy divertidos de otras empresas que me dieron mucho en qué pensar.
Desde luego… algunas traducciones son como una broma.
Por suerte, en Hello Translator contamos con supertraductores a los que no se les escapa nada.
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