Contenido
- 1 AUMENTA LA CALIDAD SIN QUE LO HAGAN LOS PRECIOS
- 2 LOS 10 CONSEJOS
- 2.1 1. TRADUCTOR NATIVO: selecciona a un traductor profesional cuya lengua materna sea aquella a la que necesitas traducir tus textos
- 2.2 2. TRADUCTOR ESPECIALIZADO: es mejor un traductor que esté especializado en tu ámbito de trabajo
- 2.3 3. SELECCIÓN DEL ORIGINAL: Asegúrate de confirmar el texto definitivo antes de encargar la traducción
- 2.4 4. INFÓRMATE bien acerca de los requisitos y trámites que debes cumplir antes de encargar la traducción
- 2.5 5. PLANIFICACIÓN: evita los plazos ajustados en extremo y te ahorrarás el recargo por urgencia
- 2.6 6. FORMATO: proporciona documentos en formatos editables
- 2.7 7. COMUNICACIÓN CON EL TRADUCTOR: pregunta y responde
- 2.8 8. CONTROL DE CALIDAD: Solicita una revisión externa
- 2.9 9. APROVÉCHATE DEL SERVICIO POSTVENTA
- 2.10 10. LA CONFIANZA NO TIENE PRECIO: recurre siempre al mismo traductor; te conoce y sabe lo que quieres
- 3 CONCLUSIONES
AUMENTA LA CALIDAD SIN QUE LO HAGAN LOS PRECIOS
Es posible que en alguna ocasión te hayas visto en la necesidad de traducir uno o varios textos por exigencias del trabajo que te traes entre manos.
Seguramente te sentirás contrariado ante el gasto imprevisto que esto representa y no tengas muy claro qué puedes hacer para gastar la menor cantidad posible de tu ya reducido presupuesto.
Precisamente por eso quiero presentarte en esta entrada una serie de consejos para que consigas la máxima calidad con el menor gasto posible.
Mi objetivo con estas recomendaciones es evitar que te sucedan los típicos problemas que enquistan los encargos y que hacen que todo te salga mucho más caro de lo necesario. Con algunos de estos consejos puedes ahorrarte desde un 25% hasta un 50%.
Además, al final de esta entrada te ofrezco un resumen de todos estos consejos que podrás descargar directamente para que puedas consultarlo siempre que quieras.
¿Listo? ¡Adelante!
LOS 10 CONSEJOS
En otro artículo ya comenté los beneficios que te aportan los servicios de un traductor profesional, por eso esta vez voy a enumerar directamente los rasgos técnicos concretos en los que necesitas fijarte para hacer que tu encargo vaya sobre ruedas aunque tu presupuesto sea ajustado.
El primer detalle que debes tener en cuenta es el proveedor, es decir, el traductor que vas a contratar.
Obvio, lo sé, pero si ya has dado el paso y has decidido que tu trabajo merece los servicios de un traductor profesional es fundamental que lo escojas siguiendo el criterio adecuado para que tu decisión sea lo más rentable posible.
1. TRADUCTOR NATIVO: selecciona a un traductor profesional cuya lengua materna sea aquella a la que necesitas traducir tus textos
En primer lugar debes tener en cuenta la combinación de lenguas de la traducción y, especialmente, la lengua a la que vas a traducir tu texto, ya que lo ideal es que el traductor que contrates la tenga como su lengua materna.
Así podrás estar seguro de que la traducción será totalmente correcta y estará redactada con un estilo natural, como si en lugar de una traducción fuese el mismo original (que, en definitiva, ese es el resultado al que aspira todo buen traductor que se precie).
No olvides que, a ojos de los destinatarios de esa traducción, será como si estuviesen leyendo un original, por lo que debe ser impecable.
Otra opción en caso de que encuentres a un traductor que, aunque domine la lengua que necesitas no sea su lengua materna, es que solicites que trabaje con un colaborador nativo de ese idioma para que revise posteriormente su trabajo (aunque si es un verdadero profesional te lo propondrá él mismo).
Eso resultará todavía más beneficioso para ti porque será una revisión extra que aportará una mayor garantía de calidad a la traducción (cuatro ojos ven más que dos ¿no?).
Por qué te beneficia: la calidad del texto resultante será mayor: conservará plenamente la esencia del mensaje original así como la naturalidad con la que se expresan los hablantes de esa lengua, algo que solo un nativo puede apreciar al 100%.
Tus resultados serán óptimos y minimizará la posibilidad de errores absurdos que podrían acarrear a su vez costes innecesarios, como en el ejemplo que comento en Palabras mal traducidas que dañan tu imagen y la de la marca.
2. TRADUCTOR ESPECIALIZADO: es mejor un traductor que esté especializado en tu ámbito de trabajo
Un requisito que se añade al anterior.
Si entiendes el refrán «zapatero, a tus zapatos» comprenderás porqué conviene que el traductor que contrates sea un experto en el tema del que trata tu texto.
Como sabrás, en las traducciones no solo hay que tener en cuenta los contenidos en sí sino también la función del texto, es decir, la intención o el objetivo para el que fue creado el original.
Esto significa que el texto traducido debe cumplir el mismo objetivo que el texto original, ya sea surtir efectos ante un organismo oficial (en el caso de traducciones juradas) o generar una respuesta determinada en potenciales clientes (en el caso de traducciones comerciales).
Los traductores profesionales, además de conocer sus lenguas de trabajo, conocen la cultura y los detalles que influyen en los destinatarios de la traducción, por lo que serán capaces de conservar la eficacia del mensaje que recoge el original y cuyo objetivo se pretende alcanzar por medio de la traducción.
Otro de los motivos por el que es muy importante que el traductor que trabaje para ti tenga conocimientos sobre el tema, es que estará capacitado para utilizar la terminología adecuada, traducir los conceptos correctamente y expresarlos del mismo modo en que lo hubiera hecho un profesional del sector (no se expresan igual un ingeniero de telecomunicaciones que un abogado ¿verdad?).
Por qué te beneficia: Un traductor especializado resultará más beneficioso para ti porque al tener sólidos conocimientos sobre el tema su ritmo de trabajo será mucho más ágil: no necesitará invertir tanto tiempo en documentarse que el que necesitaría otro traductor sin conocimientos en esa materia; por lo tanto, tendrás la traducción disponible en un menor plazo y, además, la relación calidad-precio hará que el encargo te resulte mucho más rentable.
3. SELECCIÓN DEL ORIGINAL: Asegúrate de confirmar el texto definitivo antes de encargar la traducción
Es posible que por querer ganar tiempo o acelerar el proceso te sientas tentado de iniciar el encargo cuanto antes, aunque el original sea tan solo un borrador o aunque no hayas decidido qué partes necesitas traducir realmente. Total… ya harás los cambios necesarios según vayan surgiendo.
Ya habrás oído en alguna ocasión que las prisas no son buenas consejeras, y no es menos cierto en este caso.
No es nada recomendable realizar cambios sobre la marcha en un documento que ya se encuentra en proceso de traducción porque puede hacer que tus gastos se incrementen en vano, verás:
Por un lado, estarás pagando innecesariamente por fragmentos traducidos que posiblemente no serán útiles si, en efecto, decides eliminarlos del correspondiente fragmento en el texto original.
Por otro lado, alargarás el plazo de entrega porque será necesario invertir más tiempo para revisar y corregir todos los cambios que se van produciendo.
Por no mencionar que, si tienes en circulación varias versiones de un mismo original también incrementarás las probabilidades de error.
Por qué te beneficia: Si antes de encargar la traducción planificas bien cuáles son los textos o partes del texto que necesitas traducir, evitarás entorpecer el proceso de producción y reducirás las probabilidades de error así como los gastos innecesarios en traducciones que a lo mejor no necesitas.
Esto no quiere decir que no puedas equivocarte (a todos nos pasa) y que no puedas rectificar si te has dado cuenta de que has mandado algo que no correspondía. Simplemente, lo que quiero transmitir con este consejo es que más vale prevenir.
4. INFÓRMATE bien acerca de los requisitos y trámites que debes cumplir antes de encargar la traducción
Este consejo se aplica especialmente a los casos de traducciones juradas.
Si vas a presentar una traducción jurada (ya sea dentro o fuera de España) conviene que confirmes con la entidad receptora de la traducción qué requisitos deben cumplir tus documentos y qué procesos de legalización deben superar antes de lanzarte a solicitar su correspondiente traducción jurada (en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores encontrarás información detallada al respecto).
No siempre, pero en la mayoría de los casos es necesario que el original esté legalizado, es decir, que las firmas del documento original estén certificadas ya que esa certificación debe constar asimismo en la traducción jurada, de lo contrario, la traducción jurada no sería válida por considerarse incompleta con respecto al documento original.
Resumiendo, eso significa que si te has saltado alguno de los pasos del proceso burocrático, aunque hayas contratado a un traductor jurado perfectamente capacitado para emitir su traducción, puede que ésta no sea aceptada y debas empezar de nuevo (lo que duplicaría tanto tus esfuerzos como tus gastos) o que necesites pedir al traductor que incluya las nuevas certificaciones que se añadan posteriormente al original (lo que incrementará tus costes en concepto de revisión, nueva traducción y nueva emisión de copia jurada).
Por qué te beneficia: Si te informas bien te evitarás muchos disgustos y ganarás en términos de plazo y de reducción de gastos imprevistos.
Es importante señalar que obtener esta información es responsabilidad tuya ya que cada caso de tramitación es diferente y es imposible que el traductor jurado conozca los pormenores de todos y cada uno de los procesos y trámites que pueden existir. Existen unas normas genéricas, pero también hay mil y una excepciones.
Si necesitas la traducción jurada de certificados académicos, deberás seguir unos pasos determinados, que serán diferentes con respecto a los trámites a seguir para la traducción de una sentencia de divorcio, por ejemplo. Es muy importante que te informes bien.
5. PLANIFICACIÓN: evita los plazos ajustados en extremo y te ahorrarás el recargo por urgencia
Ya se sabe que las prisas no son buenas. En traducción tampoco lo son y encima conllevan mayores gastos para ti.
A lo mejor esta cuestión no estaba en tus manos porque el proceso de tramitación para el que necesitas tu traducción era ya de por sí demasiado ajustado (de nuevo, en casos de traducciones juradas) o porque la campaña publicitaria que tienes entre manos tiene que lanzarse la semana que viene sí o sí.
Pero otras veces las prisas son la consecuencia de haber postergado algo hasta el último momento. Pero bueno… eso nos pasa a todos.
Por eso, es mejor planificar con antelación y tener muy en cuenta los plazos ya que un pedido de extrema urgencia puede salirte más caro: desde un 25% hasta un 50%más en concepto de recargos de urgencia.
La traducción es un trabajo artesanal que requiere gran concentración mental por parte del traductor para trasladar los contenidos íntegramente y sin errores y que queden correctamente redactados. Por eso, el número de palabras que puede abarcar un traductor en un día no es infinito.
El ritmo habitual suele rondar las 2.500-3.000 palabras finales. «Finales» quiere decir bien traducidas y revisadas, listas para entregar (puedes leer más sobre la capacidad de trabajo de un traductor si te interesa el tema).
Es posible trabajar un volumen de palabras considerablemente superior al habitual pero en un plazo incluso más reducido con el fin de cubrir picos de trabajo puntuales. Físicamente es posible a corto plazo, desde luego, pero no se puede mantener ese ritmo de trabajo a largo plazo (o al menos no sin que afecte negativamente a la calidad de las traducciones y eso ya no son buenas noticias para ti).
Por eso, los pedidos de urgencia llevan un recargo aplicado debido a la exclusividad que el traductor va a concederle a tu trabajo: cuando solicitas un pedido urgente, el traductor se compromete a no dedicarse a otra cosa con el fin de cumplir con el plazo que necesitas y por ello se arriesga a tener que rechazar otras oportunidades que podrían llegar en ese mismo periodo de tiempo.
También se compromete a no moverse de su puesto de trabajo hasta tener el trabajo terminado para ti.
Toda esa dedicación en exclusiva tiene un coste.
Este problema de plazos también puede solucionarse contratando a un equipo de traductores que trabajen conjuntamente, pero eso también incrementará tus costes (ya que tendrás que pagar a más profesionales) y además será de vital importancia que sigas el consejo nº 7.
Por qué te beneficia: Si planificas y evitas los plazos ajustados la traducción será más barata porque evitarás el recargo por la urgencia. Por si eso fuera poco beneficio para ti, también ganarás en términos de calidad ya que le concederás al traductor el tiempo necesario para ejercer su trabajo con la debida destreza. De nuevo, el encargo te saldrá mucho más rentable en términos de calidad-plazo-precio.
6. FORMATO: proporciona documentos en formatos editables
Mucha gente no sabe que algo tan simple como el formato de un archivo puede hacer que el pedido sea sustancialmente más caro. Normal, nadie nace sabiendo. Por eso mismo quise escribir esta entrada.
Normalmente los archivos Pdf, Excel, Ppt, etc. suponen una dificultad añadida y más tiempo en el proceso de producción debido al formato: por ejemplo, los Ppt obligan a ceñirse a un volumen determinado de caracteres y eso dificulta e cierta medida la redacción de la traducción; los Pdf no son editables por lo que, si contienen muchas tablas o gráficos, el traductor se verá obligado a crearlas de nuevo, lo que significa más trabajo y por lo tanto más tiempo invertido.
Por eso es importante que sepas que la mayoría de los traductores cobran recargos en base a estos problemas. Consúltalo con el profesional que elijas.
Por qué te beneficia: Estos inconvenientes que te acabo de señalar llevan asociados un recargo o coste añadido que podrás ahorrarte sin problema (hasta un 25%) si facilitas al traductor los documentos en un formato editable.
7. COMUNICACIÓN CON EL TRADUCTOR: pregunta y responde
- Pregunta todas tus dudas al traductor y comenta todos los detalles que estimes oportunos, no des nada por supuesto.
Es importante que indiques todos los detalles que consideres relevantes para llevar el trabajo a buen puerto porque influyen en los resultados, como por ejemplo, cuál es el objetivo del texto traducido o quiénes serán sus lectores finales.
Esto último influye tanto en el estilo que deberá ser adoptado en la traducción, ya que no es lo mismo escribir para adolescentes que para adultos, ni tampoco tienen nada que ver escribir para el ámbito jurídico que para el comercial, como en lo que respecta a la variante lingüística del idioma, pues no nos expresamos igual los españoles que los argentinos o los mexicanos.
Si informas a tiempo al traductor, adaptará el estilo a todas tus preferencias (incluso e cuanto a términos específicos) haciendo que la misión de la traducción sea más efectiva.
En esta línea, es buena idea que proporciones glosarios o documentación relacionada si quieres que el traductor siga un estilo determinado, y si dispones de este material, claro (este consejo va muy ligado al nº 10).
- También es muy recomendable que respondas a las preguntas del traductor
Si el traductor te hace preguntas es buena señal de que te encuentras ante un profesional entregado a tu causa.
El objetivo es afinar lo máximo posible en la redacción de la traducción para que obtengas el mejor resultado posible.
Tu implicación y tu buena disposición a responder a estas preguntas será un factor clave.
Por qué te beneficia: Si sigues este consejo podrás estar seguro de que la traducción estará hecha a tu medida y pensada para los objetivos que te propones. Si comunicas previamente las instrucciones precisas del encargo y además aclaras las posibles dudas del traductor, obtendrás mejores resultados y una gestión más eficaz de tus recursos.
8. CONTROL DE CALIDAD: Solicita una revisión externa
¿No te ha pasado nunca que al publicar un texto que parece estar a tu gusto, cuando lo vuelves a leer pasado un tiempo descubres fallos que antes no fuiste capaz de ver? Eso es lo que se pretende evitar con la revisión externa.
No hay un traductor profesional que se precie que no revise debidamente su trabajo antes de entregarlo a su cliente. Pero mejor aún es contar con el servicio de revisión externa, es decir, un segundo profesional que revise todo el trabajo una vez terminado. Como decía en el consejo nº 1: cuatro ojos ven más que dos.
Algunos traductores, conscientes de la importancia de garantizar la calidad, ya lo contemplan en sus servicios y lo ofrecen por defecto porque suelen trabajar con otros colaboradores (consúltalo con el traductor que elijas).
Éste es un factor completamente necesario (por no decir obligatorio) si has decidido recurrir a un equipo de traductores para solucionar el problema de los plazos, como te decía en el consejo nº 4. La revisión por parte de un único profesional contribuirá a unificar el estilo y hacer que el texto final sea coherente y de mayor calidad.
Además, el profesional que no haya intervenido en la traducción estará mentalmente más fresco y eso le ayudará a encontrar más detalles para corregir.
Por qué te beneficia: El control de calidad es una de las fases más importantes en cualquier trabajo que sea mínimamente importante para ti. Como decía al principio, con el enfoque fresco del revisor se detectarán los pequeños detalles que se le hayan podido escapar al traductor (que, no olvidemos, también es humano).
9. APROVÉCHATE DEL SERVICIO POSTVENTA
No todo el mundo tiene en cuenta el detalle que estoy a punto de comentarte, y de hecho, suele suponer un gasto imprevisto para los más despistados que dejan las cosas para última hora. Pero podrás ahorrártelos si sigues leyendo.
En primer lugar debes saber que la revisión de una traducción es otro tipo de servicio diferente al de la propia traducción y, como tal, tiene su coste adicional. Sin embargo, si solicitas este servicio para hacer una reclamación sobre una traducción que contrataste previamente, podría ser un servicio postventa gratuito para ti, siempre y cuando reacciones en un plazo razonable.
Algunos traductores conceden unos días para que hagas las reclamaciones oportunas en caso de que algo no esté a tu gusto o quieras realizar algún cambio. Como decía, este tipo de revisiones posteriores son gratuitas porque constituyen un servicio postventa (no todos los traductores lo ofrecen y debes consultarlo antes con el proveedor que hayas elegido).
Por eso te recomiendo que al recibir la traducción ya finalizada aproveches los días inmediatamente posteriores para echarle un vistazo. Normalmente se conceden unos cuatro o cinco días (aunque si el encargo ha sido especialmente voluminoso es razonable que el traductor te conceda un plazo mayor).
Sin embargo, si pretendes reclamar mucho tiempo después de haber recibido una traducción, digamos 4 meses por poner un ejemplo, es posible que esa revisión ya no sea gratuita (por el motivo que te indico al principio de este consejo).
Es lógico, porque se supone que en ese plazo has tenido tiempo suficiente para comprobar que todo está a tu gusto y que has podido utilizar la traducción.
Por qué te beneficia: Las revisiones y mejoras que solicites inmediatamente después de recibir el encargo serán gratuitas en base a este concepto de servicio postventa. De lo contrario, si dejas pasar demasiado tiempo, ese servicio pasará a ser de pago porque se considerará como un nuevo pedido, independiente del anterior. ¿Por qué dejar que la dejadez te haga pagar por algo que puedes tener gratis?
10. LA CONFIANZA NO TIENE PRECIO: recurre siempre al mismo traductor; te conoce y sabe lo que quieres
Si la traducción es una necesidad recurrente para ti, quedarás más satisfecho si confías en un traductor que ya te conoce y que sabe cuál es tu estilo y cómo te gustan las cosas.
Quizá te resulte curiosa la comparación pero, para mí es como cuando voy a la peluquería. Me gusta ir siempre al mismo sitio y que me atienda siempre la misma persona porque sabe cuál es mi estilo y cómo me gusta llevar el pelo.
Lo mismo ocurre con los textos: hay muchas maneras de expresar una misma idea y cada uno tenemos nuestro propio estilo. Seguramente querrás obtener una traducción cuya lectura te agrade y la mejor forma de lograr esto es contando siempre con el mismo profesional que ya tendrá en cuenta todas tus preferencias.
Sin embargo, si cada vez que necesitas una traducción vas cambiando «de flor en flor» te arriesgas a perder unidad de conjunto (de todos tus textos) y, por tanto, calidad.
Por no hablar del tiempo que se pierde en buscar a otra persona que reemplace al anterior traductor y en tener que repetir especificaciones y comentarios que, de otro modo, estarían ya resueltos o sabidos por un profesional que te conoce bien.
¿Te imaginas tener que explicar lo mismo una y otra vez a cada nuevo traductor que contrates?
Sobre todo, y estoy segura de que este detalle te interesa, evitarás tener que estar negociando de nuevo las condiciones de contratación, y también te evitarás sorpresas.
Todo esto se resume en una mejor gestión de tu tiempo que, como sabes, es oro.
Por qué te beneficia: Tal vez este beneficio te parezca algo más intangible pero creo que poder confiar en la calidad de un servicio, la tranquilidad que da saber que estás en buenas manos, no tiene precio.
CONCLUSIONES
Muchas veces, por querer tener las cosas hechas YA nos olvidamos de detalles que pueden parecer insignificantes y que al final resultan ser cruciales. O por querer ahorrar y tirar por soluciones más de andar por casa al final solo conseguimos atraer más dolores de cabeza y que lo barato acabe saliendo caro (te lo digo por experiencia).
Espero que todos estos consejos te hayan resultado útiles y que te orienten siempre que necesites contratar servicios de traducción, para que puedas conseguir encargos mucho más rentables, ahorrar dinero con tus traducciones y obtener todo el valor que aporta el trabajo bien hecho.
Lo prometido es deuda, así que aquí tienes el resumen descargable con los 10 consejos que te ahorrarán disgustos al contratar traducciones, para que puedas consultarlo siempre que lo necesites.
Y si quieres más detalles sobre cómo disfrutar de servicios de traducción más rentables, puedes consultar esta completa guía elaborada por Asetrad, la Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes de la cual tengo el placer de ser miembro.
Ahora es tu turno en los comentarios: me gustaría saber si alguna vez has tenido alguno de los problemas que he mencionado y cómo los solucionaste.
Y si te ha gustado este artículo y crees que puede ayudar a alguien que necesite o vaya a necesitar contratar traducciones ¡compártelo!
Hola Lourdes,
Me ha gustado mucho tu artículo.
Ayuda a que los profesionales que contratan nuestros servicios entienda mejor por qué los traductores aplicamos determinadas tarifas o necesitamos según que plazos para que el resultado final tenga la mejor calidad posible.
No tomamos dichas decisiones de manera aleatoria.
Enhorabuena por la entrada y por el blog
Un saludo!
Lidia 😉
Gracias por tu comentario, Lidia.
Efectivamente, la idea de esta entrada es facilitar la gestión de unos y de otros y evitar problemillas innecesarios que luego hacen daño al bolsillo del cliente.
Gracias por pasarte por aquí. Un saludo.
Lourdes