Porque no es lo mismo decir «no quiero comer» que «no, quiero comer».
Las prisas con las que solemos desenvolvernos cada día pueden hacernos caer en pequeños errores que, a priori, no parecen graves. Y es cierto, un error lo tiene cualquiera y no se acaba el mundo por eso.
Sin embargo, a veces nos olvidamos de que los despistes pueden influir de forma insospechada en los resultados de nuestras acciones e incluso, cuando estos despistes se refieren a los detalles de la lengua escrita como por ejemplo la puntuación del texto, pueden influir en el significado de lo que queríamos decir.
Y es que una simple coma cambia el sentido de las palabras.
A veces los despistes ocurren simplemente porque no somos conscientes de ellos, pero ¿qué importancia tiene esto?, ¿por qué habría de interesarte? Si eres una persona que escribe a menudo contenidos que posteriormente van a ser publicados deberías saber que…
LA PUNTUACIÓN NO SOLO CONFIERE RITMO Y ESTRUCTURA A UN TEXTO, SINO QUE TAMBIÉN INFLUYE EN SU SIGNIFICADO.
El correcto uso de puntos, comas, punto y coma, dos puntos, etc., permite dotar de ritmo al texto y, sí, también influye en el significado de las palabras y en el sentido general del texto. ¿Te habías parado a pensar en eso?
Cuando escribimos solemos dejar fluir las palabras según salen de nuestra mente y para nosotros tienen sentido porque son obra nuestra. Pero después de esta primera fase, cuando ya está el texto terminado, es muy importante releer todo de nuevo para asegurarnos de que todo es correcto y que transmitimos de verdad lo que queríamos decir.
Leerlo en voz alta también ayuda a corregir la puntuación, pues de esta manera tomamos mayor consciencia de las pausas que son necesarias (para respirar, por ejemplo), de modo que podremos añadirlas si hacen falta o modificarlas si hemos colocado alguna donde no correspondía.
Es frecuente que la gente no se tome en serio la importancia que tiene esta cuestión porque, total, «si se entiende…».
Pero muchas veces acaba teniendo mayor importancia «cómo» dices algo, en lugar de «qué» estás diciendo.
Y por eso quería traerte un ejemplo muy divertido que aprendí hace años, cuando estuve de Erasmus en Finlandia, para demostrarte hasta qué punto la colocación de las comas o los puntos pueden hacer que tu mensaje transmita exactamente lo opuesto a lo que querías decir.
El texto que te presento lo extrajo mi (entonces) profesor de Written Communication de un artículo de BBC News, del 5 de enero de 2006, que publicaron con motivo de las cartas de agradecimiento que se suelen (o se solían) enviar tras haber recibido los regalos de Navidad (un tema que, por cierto, viene muy a mano para estas fechas).
DOS CARTAS ESCRITAS CON LAS MISMAS PALABRAS PUEDEN LLEGAR A TRANSMITIR EXACTAMENTE LO CONTRARIO A CAUSA DE LA PUNTUACIÓN.
Lo que tienes a continuación es solo un ejemplo de todos los que se publicaron en BBC News, y es el que más gracia me hizo, pero aquí podrás encontrar el enlace al artículo completo, por si quieres echarle un vistazo al resto.
Se trata de dos versiones de una misma carta, cuyo significado varía totalmente a causa de la puntuación (pues las palabras son exactamente las mismas en ambas cartas). Uno es positivo y otro es negativo:
Dear Mother,
In law, there is nothing to make me say thank you, but the quality of your gifts compels me at least to write to tell you how I feel. Thank you so much for the presents! I was expecting nothing more than a token yet, again, you have exceeded even your own incredible standards.
It was a shame you had to stay here for such a short time. I thought I might have coped, but it was unbearable seeing you leave. The relief was immense when I heard we might see you again soon. I wanted to end it all by saying goodbye now. I hope I will not have to say it to you again for a long time.
If you have the opportunity to spend Christmas elsewhere next year, please do not.
Much love
Matthew
Dear Mother-in-Law,
There is nothing to make me say thank you, but the quality of your gifts compels me at least to write to tell you how I feel. Thank you? So much for the presents I was expecting. Nothing more than a token, yet again! You have exceeded even your own incredible standards.
It was a shame you had to stay here. For such a short time, I thought I might have coped, but it was unbearable. Seeing you leave, the relief was immense. When I heard we might see you again soon, I wanted to end it all. By saying goodbye now, I hope I will not have to say it to you again for a long time.
If you have the opportunity to spend Christmas elsewhere next year, please do.
Not much love
Matthew
Como decía al principio de esta entrada, una simple coma cambia el sentido de las palabras.
Y ya para finalizar, me gustaría proponerte una pequeña prueba con el conocido ejemplo de Julio Cortázar. Dime ¿dónde crees que debería ir la coma?:
«Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda»
¿Conoces algún otro ejemplo que dé lugar a ambigüedades divertidas?
Me encantaría conocer tu opinión acerca de este tema, así que anímate y escríbela abajo en los comentarios. Y si te ha gustado la entrada ¡difúndela!
Artículo muy divertido a la vez que ilustrativo. Es cierto, no nos fijamos lo suficiente y ya no digo en chats…..eso puede ser catastrófico.
¡Enhorabuena! A partir de ahora tendré más cuidado.
Hola Carol:
Ya te digo, el WhatsApp y los chats están haciendo mucha pupa (pero yo me incluyo, ¿eh?) reconozco que con las prisas podemos llegar a poner auténticas burradas.
Pero bueno, lo importante es que eso no se convierta en costumbre hasta el punto de que perjudique seriamente nuestro estilo de redacción y que nunca perdamos la capacidad de redactar correctamente o de detectar fallos…. por la cuenta que nos trae sobre todo ahora que la gente está dejando su imagen profesional en los blogs…. ahí es nada.
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar 🙂
Un abrazo.
El tema de las comas lo he tocado también en un post sobre la redacción de los correos electrónicos.
Considerando que al lenguaje escrito le falta la pata importante que le daría el lenguaje corporal, que es el que termina de transmitir nuestras intenciones al decir las palabras, tendremos que usar mucho mejor los signos de puntuación
En la frase de Cortázar, obviamente yo pongo la coma después de mujer.
Hace poco leí estas frases que cambian su sentido, según donde pongamos la coma
Una coma puede ser una pausa.
No, espere.
No espere.
Puede hacer desaparecer tu dinero.
23,4
2,34
Puede crear héroes.
Eso solo, él lo resuelve.
Eso, solo él lo resuelve.
Puede ser la solución.
Vamos a perder, poco se resolvió.
Vamos a perder poco, se resolvió.
Cambia una opinión.
No queremos saber.
No, queremos saber.
La coma puede condenar o salvar.
¡No tenga clemencia!
¡No, tenga clemencia!
Un saludo!
¡Me encanta, Andrea! Qué de ejemplos has puesto ¡y muy buenos por cierto!
En esta misma línea, nunca me voy a olvidar del titular de El País cuando murió Mandela: sacaron «Muere, Mandela», en lugar de «Muere Mandela». Creo que no hace falta explicar la diferencia. He buscado el enlace para mostrarlo, pero ya lo han corregido. Pero vamos, es algo que circuló enseguida por Facebook y Twitter.
Es el típico detalle al que no se le da importancia hasta que sus consecuencias estallan en las narices de uno.
Muchas gracias por esta aportación tan buena. Un abrazo.
Lourdes
¡Bravo, Lourdes!
Da gusto saber que hay gente que se preocupa por el correcto uso de la lengua (sea cual sea esa lengua). El ejemplo de Cortázar es demostrativo del cambio que puede sufrir una frase y decir todo lo contrario (por cierto, yo pondría la coma después de «mujer»; un machista recalcitrante la pondría después de «tiene» 😉
No sé si conoces el libro «Perdón imposible», y en el que el autor, además de analizar los usos incorrectos del lenguaje, toma el título de un claro ejemplo de lo que tú escribes; como bien sabes, una coma puede salvarte la vida, puede suponer una discusión entre médicos o puede lograr que te conviertas en un cretino en un restaurante oriental…:
Perdón imposible, que se cumpla su condena.
Perdón, imposible que se cumpla su condena.
No, está muerto.
No está muerto.
Voy a comer arroz chino.
Voy a comer arroz, chino.
PD. Sigue escribiendo sobre estos temas, se te dan muy bien 🙂 Felicidades.
Hola Ángel:
La verdad es que no conocía el libro, pero lo pienso buscar porque me ha parecido muy interesante lo que cuentas.
Para mí tiene mucha importancia la buena conservación del lenguaje. No pierdo de vista el hecho de que la lengua es algo vivo que no para de evolucionar, y no me cierro a eso (para nada), pero sí tengo una opinión muy definida en lo que a usos se refiere. No todo vale y es importante tenerlo en cuenta para que esa evolución sea enriquecedora y no un desastre. No te extrañe que en breve escriba sobre cómo los calcos del inglés se están cargando nuestra propia gramática… por no hablar del léxico.
Muchas gracias por tu comentario, me alegro de que te gusten estos artículos 🙂
Un abrazo.
Lourdes
Encontré este blog buscando para hacer un trabajo sobre tartamudez. Los tartamudos no siguen las pausas lógicas y se ven enfrentados a un constante conflicto, justamente porque se ven frente a cambios de significación en lo que dicen.