Contratar traducciones nunca había sido tan fácil
A continuación, las 7 claves para contratar traducciones sin morir en el intento
Sigue leyendo y te guiaremos para que encuentres al profesional de confianza que te ayudará con tus traducciones.
¿Vais a abrir nuevos mercados en tu empresa?, ¿habéis conseguido un nuevo socio en el extranjero?
Sea por el motivo que sea, de repente necesitáis traducir la documentación y contenidos de la empresa para llegar a esa nueva audiencia.
Y resulta que te ha tocado a ti buscar al traductor o empresa que os lo haga.
Ponerte a buscar y seleccionar un traductor entre tanta oferta disponible parece engorroso, por no hablar del propio proceso en sí de contratar la traducción. ¡Qué pereza!
Con este artículo queremos facilitarte un poco la tarea, así que a continuación te daremos 7 claves para que todo ese esfuerzo tenga su recompensa y obtengas el mejor servicio posible.
¡Vamos allá!
Sigue estas 7 claves y no te equivocarás
1. Busca a un traductor
Parece de perogrullo, pero no lo es. Traducir es una profesión que requiere dedicación y entrega, así que no te conformes con alguien que simplemente sabe idiomas y que traduce puntualmente para sacarse un dinerito extra.
Busca a alguien que se dedique a esto a tiempo completo, alguien que viva de esto. Al ser su profesión, estará mejor preparado y se comprometerá más con la misión, algo que tú notarás en los resultados.
2. El traductor, mejor si es nativo de la lengua hacia la que traduces
La dificultad de traducir no se limita a averiguar qué dice el texto original, sino que también implica reflejar ese contenido con precisión y además redactarlo correctamente y con buen gusto en la lengua traducida.
Traducir es escribir, y escribir bien es un don. Además, la lengua en la que mejor escribimos es en nuestra lengua materna.
Por eso, elige siempre a un traductor nativo de la lengua hacia la que quieres traducir. Tu traducción estará mejor redactada y quedará más natural, no se notará que es una traducción (y esa, al final, es la ‘prueba del algodón’).
3. El traductor, mejor si es experto en la materia
Como decía antes, traducir es una profesión que requiere ciertos conocimientos y habilidades que van más allá del dominio de los idiomas.
El buen traductor no sólo es conocedor de sus lenguas de trabajo, sino también de la materia sobre la que traduce. Además, complementa sus conocimientos con documentación para garantizar un resultado impecable.
Es importante que elijas a un traductor experto en la materia de tu texto porque utilizará la terminología precisa de ese ámbito.
4. Tu texto, ¿es definitivo?
¿Has encontrado a ese traductor? ¡Bien! Antes de encargar la traducción, ten claro qué contenido necesitas traducir realmente. Las prisas no son buenas consejeras y no es menos cierto en este caso.
NUNCA envíes a traducir un borrador, sólo por «ir adelantando trabajo» si sabes que habrá modificaciones. Te saldrá más caro porque estarás pagando dos veces por un mismo texto (el borrador y la versión definitiva) y, además, lejos de avanzar, harás que todo el proceso se retrase.
Si tienes dudas, puedes explicarle al traductor para qué necesitas la traducción y él o ella te asesorará.
5. Tu texto, mejor en formato editable
¿Has entregado tu informe en *.pdf para pedir presupuesto, o has dado sin más el enlace de la web que quieres traducir? Si lo entregas en un formato editable, por ejemplo *.doc, evitarás otro recargo por formato.
Así, tu pedido no sólo resultará más económico, sino también más rápido, porque el traductor podrá trabajar con más agilidad y tener el trabajo listo en un plazo más favorable para ti.
6. Planifica
Evita los plazos ajustados y las urgencias. ¿Necesitas traducir ese informe de 5.000 palabras para mañana a primera hora, y ahora son las 3 de la tarde? Olvídalo.
Un solo traductor no puede absorber ese volumen, si es que quieres recibir una traducción decente. Y aunque se las apañara formando equipo con otros compañeros, la urgencia implica que ese traductor se va a dedicar en exclusiva a tu urgencia, dejando de lado otros compromisos o incluso arriesgándose a perder otros posibles proyectos que pudieran surgirle.
Eso tiene un coste y suele materializarse en un recargo del 50 %. Así que evita esos recargos por urgencia.
7. Comunicación directa
La traducción es un proceso artesanal, un servicio a medida. Para que el texto final quede 100 % a tu gusto, el traductor necesitará hacerte algunas preguntas sobre tus preferencias o sobre algún matiz concreto para asegurarse de que todo queda bien reflejado en la traducción. También funciona al revés, si eres tú quien necesita realizar alguna consulta (antes, durante o después del trabajo), todo será más fluido y rápido si la comunicación es directa entre vosotros.
Ya sólo te falta dar con ese traductor, y esa es nuestra especialidad.
Con todas estas claves, no sólo tendrás garantizado un resultado excelente, sino también al mejor precio y sin ningún esfuerzo.
Quizá lo que te estarás preguntando ahora es «vale, pero ¿dónde encuentro yo a un traductor que reúna todas estas características?»